Foto: EFE
El Bundestag (cámara baja alemana) apoyó este viernes por 439 votos a favor, 119 en contra y 40 abstenciones otorgar al Gobierno de la canciller Angela Merkel el mandato para que empiece a negociar un tercer rescate para Grecia.
El resultado de la votación confirma que varias decenas de diputados del grupo parlamentario conservador de Merkel votaron en contra de conceder al Ejecutivo el mandato para negociar con Grecia una nueva línea financiera o, al menos, se abstuvieron.
Este jueves, 48 miembros del grupo conservador avanzaron en la reunión preparatoria de este pleno, en la que participó la canciller, su intención de votar "no".
Varios miembros de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), se han significado abiertamente en los últimos días en contra del compromiso alcanzado el pasado lunes en Bruselas.
Los díscolos han alegado que Atenas no es un socio fiable para implementar las reformas precisas, que los alemanes no deben pagar por las deudas de terceros y que las deudas helenas son ya de tal entidad que es dudoso que puedan devolver los préstamos.
Sin embargo, la mayoría de los diputados de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas, así como Los Verdes, dieron el "sí" a la canciller.
Sólo el primer partido de la oposición, La Izquierda, una formación de poscomunistas y disidentes socialdemócratas hermanada con la gobernante Syriza en Grecia, se decantó mayoritariamente en contra de un tercer rescate.
En el debate, Merkel solicitó autorización al Bundestag y argumentó que el acuerdo es "duro" para Grecia, pero que es la única solución posible, ya que su Gobierno nunca habría permitido que se vulnerasen los tratados, pero tampoco habría dejado a Grecia "desangrarse" y caer en una situación de "caos y violencia".
La canciller explicó que el compromiso alcanzado en Bruselas es "duro" para los ciudadanos griegos, pero, también para el resto de socios, que han prometido hasta 86.000 millones de euros.
"Es una muestra de solidaridad europea nunca vista", subrayó la canciller.
Merkel asumió que muchos parlamentarios "tienen dudas" sobre el posible éxito de un tercer rescate heleno y sobre las "fuerzas" del Gobierno griego para implementar las reformas acordadas como contrapartida a la asistencia financiera de sus socios.
No obstante, argumentó la canciller, cualquier otra opción al acuerdo del pasado lunes en Bruselas -una salida desordenada del euro o un incumplimiento de los tratados- habría sido sensiblemente peor.
A su juicio, estas alternativas harían empeorar la situación económica y social en el país heleno y, a nivel comunitario, habrían puesto en duda elementos políticos esenciales, ya que la Unión Europea es también una "comunidad de responsabilidad" y con un destino común.
Haber acordado este nuevo programa para Grecia -y su permanencia en la eurozona- habla asimismo sobre la "capacidad" de Europa para afrontar retos y la prepara para otros desafíos, como Ucrania, la crisis de los refugiados y la amenaza del terrorismo yihadista, afirmó Merkel.
"No sólo hemos decidido sobre Grecia. Hemos decidido por una Europa fuerte y una eurozona fuerte", enfatizó.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, prometió dedicar "todas sus fuerzas" en las próximas semanas a que tenga "éxito" el "último intento" que tiene Europa para solucionar la crisis griega.
El pasado lunes, tras una negociación maratoniana de 17 horas, los 19 miembros del euro acordaron conceder una ayuda financiera de 86.000 millones de euros durante tres años a cambio de una dura batería de ajustes fiscales y reformas estructurales
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