La Paz, Bolivia.- El papa Francisco cerraba el miércoles el primer
tramo de su gira latinoamericana por tres países, tras hacer una apasionada
petición de que se instaure un nuevo orden económico y ecológico en el que los
recursos naturales sean compartidos por todos y no sólo explotados por los
ricos.
Francisco visitará a varios ancianos y ofrecerá una charla a sacerdotes
locales antes de volar a Bolivia, donde el
medio ambiente, la atención a los pobres y la tensa relación entre el
gobierno y la Iglesia católica, están entre los temas más
destacados en su agenda.
El presidente boliviano, Evo Morales, un indígena aimara conocido por su
retórica socialista y antiimperialista, recibirá a Francisco en el aeropuerto y le acompañará para un
discurso ante autoridades y diplomáticos locales, antes de que el pontífice
viaje a la ciudad boliviana de Santa Cruz. La parada en La Paz se reducirá a
cuatro horas para evitar al papa, de 78 años, una larga exposición a la
extenuante altitud de 4 mil metros a la que se encuentra la ciudad.
Francisco y Morales han coincidido en
varias ocasiones, la última en octubre cuando el presidente, un excampesino
cocalero, participó en una cumbre en el Vaticano de grupos indígenas y
defensores de los pobres, dos comunidades defendidas porFrancisco. Ambos comparten la creencia de que los
países ricos deben cambiar de dirección de forma drástica para combatir el
cambio climático, aunque les separan las iniciativas anticlericales de Morales, que han agriado las relaciones entre el Estado
y la Iglesia en Bolivia.
Tras su paso por La Paz, el papa pasará el resto de su estancia en Bolivia en Santa Cruz, donde celebrará otro
encuentro con grupos de bases y visitará a los internos de la violenta prisión
de Palmasola. Después viajará a Paraguay.
Evo Morales y su relación con la
iglesia católica
El presidente de Bolivia, Evo Morales, es un gran seguidor del papa Francisco y dijo que no podría estar
más feliz de que ambos estén de acuerdo en que el capitalismo fomenta la
desigualdad social y deja a los pobres atrás.
Pero hasta que Francisco fue elegido como papa en 2013 (e incluso ahora, aunque en menor
grado) su gobierno ha tenido una accidentada relación con la Iglesiacatólica.
En cuanto Morales asumió el cargo en 2006, la Biblia y la
cruz fueron retiradas del palacio presidencial. Una nueva constitución en 2009
hizo del país, de mayoría católica, un estado secular. Y en las ceremonias
oficiales del estado, los ritos andinos sustituyeron a los católicos.
Todo ello plantea el escenario para un
interesante vaivén diplomático el miércoles, cuando Francisco aterrice en la
capital de Bolivia para una visita
oficial. Morales le recibirá en el aeropuerto y después le acompañará a un
encuentro con autoridades y diplomáticos locales.
La directora regional de CAFOD, la
agencia humanitaria católica inglesa, Clare Dixon, señaló que la actitud
combativa de Morales contra la Iglesia, a la que ve como un desafío a su autoridad, ha
creado algunos retos. Además, señaló, la Iglesia cuestiona
algunas de las decisiones tomadas por Bolivia en
materia de desarrollo.
Sin embargo, ha sembrado malestar entre
los nativos de las tierras bajas al fomentar una autopista que cruza una
reserva natural y autorizar explotaciones de gas y petróleo en zonas salvajes.
Elogiado por los ecologistas en el extranjero por sus reclamaciones de que los
países ricos más por combatir el calentamiento global, en su país recibe
críticas, también de activistas en la Iglesia, que le
acusan de anteponer la extracción de gas y petróleo a mantener el agua y los
bosques limpios.
Mario Gutiérrez, un especialista
medioambiental en Bolivia que trabaja con la
organización benéfica católica Cáritas, señaló que el gobierno de Morales
envenena a comunidades indígenas y deforesta hábitats importantes para estas
poblaciones. LaIglesia, señaló, está preocupada.
Abundan las fuentes de conflicto entre
el presidente y la Iglesia
Morales considera a la Iglesia católica
como un poderoso vestigio de la servidumbre de la era colonial, de la que los
indígenas (más del 60 por ciento de la población boliviana) aún tratan de
recuperarse.
El gobierno hizo obligatoria la
enseñanza de otras religiones en las escuelas además del catolicismo, que
profesan casi cuatro de cada cinco bolivianos. Pero perdió una sonada disputa
cuando intentó prohibir la educación católica obligatoria en el 15 por ciento
de escuelas gestionadas por la Iglesia.
En plena polémica, Morales acusó al cardenal Julio Terrazas, entonces
presidente de la conferencia episcopal de Bolivia, de estar de
acuerdo con la oposición y le despojó de su pasaporte diplomático.
Ahora, todas las ceremonias oficiales
en el país se ven precedidas de rituales en honor de la diosa madre tierra
andina, Pachamama.
Eso no sienta bien en la jerarquía
eclesiástica boliviana, que en una cara pastoral enviada en 2012 describía como
"un error y una desviación" la existencia de textos escolares que se
referían a Pachamama como una divinidad.
Morales se describe como católico y dice creer, como muchos indígenas
andinos, que hay espacio de sobra para las creencias cristianas y
tradicionales.
"Yo sigo convencido que los
bolivianos tenemos doble religión, doble fe. Somos católicos pero igual hacemos
nuestros ritos", señaló.
Morales nunca esconde lo que piensa. Cuando en 2010 se reunió con el
predecesor de Francisco, Benedicto XVI, le entregó una carta sugiriendo la
abolición del celibato de los clérigos y que se permitiera a las mujeres
ordenarse como sacerdotes.
La actitud del presidente hacia el
Vaticano cambió de forma radical cuando Franciscose
convirtió en papa. Ha visitado al pontífice en
dos ocasiones y le invitó a visitarBolivia.
La semana pasada, Morales comentó
en la inauguración de una escuela queFrancisco y él
están de acuerdo en muchos aspectos políticos, en lo social y en lo económico
.
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